¿Qué es una Endoscopia Digestiva? La Endoscopia digestiva es un procedimiento ambulatorio que sirve para examinar el interior del esófago, el estómago y parte del duodeno. La Endoscopia facilita el diagnóstico de síntomas digestivos como acidez, vómitos, náuseas, dificultad para tragar, sangrados o dolor en el abdomen. Permite diagnosticar, o en otros casos prevenir, gastritis, úlceras o tumores. Se puede realizar con o sin sedación de acuerdo con la elección del paciente.

El gastroenterólogo introduce un endoscopio por la boca (tubo con una cámara pequeña unida) para recorrer la garganta, esófago, estómago e intestino delgado. La Endoscopia no genera dolor, sin embargo, al momento de realizar el examen puede experimentar náuseas. El paciente puede decidir si requiere o no el examen bajo sedación.

Este examen tiene una duración de 15 minutos aproximadamente y permite examinar las partes de manera detenida y sistemática. En algunos es necesario la toma de biopsia según el criterio del médico.

Si el examen es realizado bajo sedación, el paciente será llevado posteriormente a una sala de recuperación hasta que pasen los efectos. Será dado de alta y se le entregarán los resultados en el tiempo anteriormente acordado.

La Endoscopia se recomienda para evaluar síntomas o afecciones relacionadas con el tracto digestivo superior, tales como:

  • Dolor abdominal o malestar crónico.
  • Acidez o reflujo gastroesofágico persistente.
  • Dificultad para tragar (disfagia).
  • Náuseas o vómitos inexplicables.
  • Sangrado gastrointestinal.
  • Úlceras pépticas: Para diagnosticar y evaluar la gravedad de las úlceras en el estómago o el duodeno.
  • Anemia inexplicable: Para detectar la causa de sangrados internos.
  • Control y monitoreo de condiciones previas como esófago de Barrett o cáncer gástrico.